Pensamientos: ¿qué tengo?

Antes de leer esta entrada tenéis que pensar 4 cosas que tengáis y recordar la última vez que ayudasteis a alguien, en lo que fuera, hasta lo más nimio.
¿Ya está? ¡Perfecto! era fácil… ahora, adelante.

El Dalai Lama dijo que es imposible ser la única persona feliz del planeta. No hace falta mirar tan amplio, es también imposible ser la única persona feliz de tu ciudad, de tu casa e incluso de tu trabajo.

A lo mejor no parece una gran cita de entrada sin embargo, y dados los últimos acontecimientos, creo que es de las cosas más importantes que he leído en mi vida, tanto por lo profundo de su razonamiento como por lo a mano que está el intentar llevarlo a cabo en el día a día.

La vida va deprisa aunque no vayas corriendo. Tenemos metido en el subconsciente que no tenemos tiempo que perder en problemas ajenos sin darnos cuenta que la clave está en que precisamente los problemas de nuestra familia, de nuestros amigos, de nuestros conocidos, de nuestros compañeros de trabajo no son ajenos.

Emilió Duró, en la charla que publiqué hace un tiempo, decía que la mala suerte se contagia, (y el optimismo y el mal humor y las ganas de hacer cosas y la apatía….) y al final está en nuestras manos, aunque sea un poco, decidir cual es el ambiente que queremos alrededor.

Normalmente no lo pensamos pero cómo os sentiríais si supierais que podíais haber ayudado a alguien tan sólo con un gesto y no lo hubierais hecho.

También viene a mi mente la importancia que le damos a ciertas cosas y cómo pasamos por encima otras quizás simplemente porque no nos ha costado esfuerzo conseguirlas. (Perdón por las idas y venidas de temas pero para mi hoy todo está relacionado) El trabajo suele ser el centro de nuestra vida porque gracias a él podemos comer, tener una casa, un coche, ropa… todo al fin y al cabo. Pero también recuerdo otra frase de esas que acumulo siempre sin tener muy clara cual es su finalidad: «lo único que de verdad tienes es aquello que no podrías perder en un naufragio»

¿Qué es lo que tenéis? ¿tenéis una madre, un padre, unos hermanos, un novio, un marido, un amigo? Uno sólo de esa lista vale más en vuestra vida que cualquier coche o casa o lo que sea que te da el trabajo y lo sé porque lo que hunde de verdad a la gente es la falta de estas cosas y no de las anteriores.

Esta reflexión me lleva de vuelta al principio. Lo que da la felicidad es querer y ser querido en diferentes niveles. Saludar amablemente al llegar al trabajo es una manera de querer, dar un beso al llegar a casa es otra y escuchar al que tiene un problema aunque no te importe un carajo es otra.

Acabo este post con un video que nadie va a relacionar con lo escrito. Pero esta entrada tiene nombre y apellidos, unos son los míos y los otros son los de la persona que entiende por qué este vídeo está aquí.

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