Razones para creer es el eslogan de la preciosa campaña de Coca Cola para esta navidad. Esta mañana, a un nivel menor, pero igualmente entrañable he vivido un momento que era una #razonparacreer
Los estereotipos existen y habitualmente funcionan para hacer un dibujo simplificado de alguien o algo. Sin embargo, normalmente los estereotipos se mezclan con los prejuicios. Socialmente cuando se piensa en un Rapero lo primero que viene a la cabeza es una manera de vestir pero luego también lleva asociados algunas cualidades cercanas a la exclusión social y claro, eso si que lleva a errores importantes.
Esta mañana he asistido a un concurso organizado por el ayuntamiento de Cartagena que formaba parte de una serie de actividades sobre la declaración de los derechos humanos. El concurso consistía en que alumnos de diferentes institutos de la ciudad compusieran sus letras en relación al tema de los derechos humanos y la cantaran ante algunos compañeros para elegir al ganador.
Al escenario del Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy se han ido subiendo a rapear todos los participantes. La mayoría, estudiantes de bachiller, rozan la mayoría de edad pero ha habido un valiente del primer ciclo de la ESO que presentó su letra. A la hora de la verdad, viéndose rodeado de chicos tan mayores los nervios y la vergüenza estaban pudiendo con él y no quería subir al ensayo general. Entonces, el resto de participantes, chicos en chandal y con gorras hacia atrás, pendientes y cadenas, de esos que la gente mira raro por la calle, han tenido un detalle precioso con él. Todos le han animado a subir y ensayar haciéndole los coros y tranquilizándole estando con él en el escenario. La sonrisa del chaval al acabar no le cabía en la cara.
Al final, el premio se lo ha llevado uno de los mayores pero puedo asegurar que el aplauso más grande del salón se lo ha llevado el jovencito al terminar de cantar su tema en la fase final, esta vez, él solo en el escenario.
A muchos les parecerá una tontería de historia, pero en esta época en la que tan de moda está el Bulling, el acoso, la discriminación… ver como los mayores, por iniciativa propia ayudaban al «débil» a enfrentarse a la situación cuando ni siquiera son del mismo instituto, ni se conocían de antes, ha sido una gran experiencia y es una #razonparacreer en los jóvenes.
Os dejo la actuación de Pablo, el chico de la historia.
Totalmente de acuerdo. Me parece genial…
Qué gusto leerte por aqui de nuevo. Espero que tú también tengas razones para creer esta navidad! =D
Hola, Patricia, soy la madre de Pablo, el niño de 13 años al que describes. Yo también estuve en el ensayo y pienso exactamente lo mismo que tú. Me pareció precioso el gesto que tuvieron los demás chicos hacia Pablo. Tanto es así que se lo agradecí personalmente. Ese era el empujón que Pablo necesitaba para vencer el pánico escénico. Muchas gracias por fijarte en él y por el comentario en tu blog. Saludos.
Hola Loreto, que enorme sorpresa ver tu comentario.
Te agradezco muchísimo que me hayas escrito.
El video lo voy a meter en la entrada ahora mismo.
Un saludo a ti y a Pablo!
Para quien no lo haya visto, te paso el enlace de youtube: http://www.youtube.com/watch?v=cS62BNGUfmQ
Hola, soy Pablo, gracias por comentar mi historia en tu blog, creo que esta historia debería animar a las personas a hacer las cosas sin preocuparse de que les salgan mal, porque además gané el 2ºpremio :D, bueno muchas gracias a ti y a todos los raperos que me animaron y todavía hoy me saludan por la calle.
Hola Pablo!!!! Que alegría!! Yo también espero que la historia anime a la gente a enfrentar sus miedos, pequeños o grandes, para hacer lo que les gusta o en lo que creen.
Muchas gracias por escribir y espero que el ánimo y el valor que reuniste esa mañana te acompañen siempre!
Un abrazo!